¿Por qué no me encuentro a mi mismo?

Te buscas y no te encuentras.

Te sientes como un extraño habitando una vida que no es la tuya, un peregrino sin mapa en su propia tierra. La pregunta «¿Por qué no me encuentro a mí mismo?» no es el inicio de una búsqueda, es la confesión de un exilio.

Crees que tu «yo» verdadero es algo que perdiste, un objeto que debes encontrar en algún lugar del mundo. Pero el viaje nunca es hacia fuera. Tu yo real no está perdido; está enterrado. Sepultado bajo capas de lo que «deberías ser», de los miedos de otros, de las máscaras que aceptaste para sobrevivir.

Este estado de ausencia, de ser un fantasma en tu propia existencia, es una fase sagrada de la Gran Obra. Es la Nigredo del ser, la disolución en la propia sombra. Tu alma ha huido de un presente que sentía como una jaula, и ahora vaga por el páramo de la desconexión.

La respuesta, por tanto, no es «encontrar». Es «excavar». Es iniciar la sagrada Separatio, el arte de separar el oro de tu alma del plomo de la personalidad impuesta. Es un acto de coraje arqueológico para desenterrar la verdad que siempre ha estado ahí.

Si estás listo para dejar de buscar fuera y empezar a excavar dentro, tu Senda comienza en El Umbral.

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