Quiero dejar de fingir

Fingir ya no es una opción.

No llegas a este umbral con una pregunta, peregrino, sino con un juramento:
el primer acto de verdadera rebelión, la declaración de independencia de tu propia alma.

Has vivido bajo el yugo de una creencia tóxica: que para ser amado, aceptado o simplemente para sobrevivir, debías ser otro.
Has construido una máscara con los anhelos de los demás, una armadura con sus expectativas.
Y has confundido esa armadura con tu piel.

Ese es el plomo de tu Nigredo.

Pero el peso se ha vuelto insoportable. La máscara te asfixia.
Y la verdad que late bajo ella, tu ser auténtico, puja por respirar.
El juramento que da título a esta estancia es el inicio de tu Albedo:
la decisión sagrada de la Separatio, el acto de separar tu verdad de la mentira que te ha mantenido a salvo… pero prisionero.

Ser tú mismo no es un acto de egoísmo, es un acto de servicio a la verdad.
No significa ser perfecto; significa ser completo.
Es darte el permiso de mostrar tu luz y tu sombra, de honrar tu alegría y tu herida, de hablar con tu propia voz.

La autenticidad no es una meta que se alcanza: es un camino que se elige a cada instante.
Se elige al decir “no” cuando tu alma quiere decir no.
Se elige al mostrar tu pasión, aunque el mundo la llame locura.
Se elige al aceptar tu vulnerabilidad, no como una debilidad, sino como la puerta de entrada a una conexión real.

No necesitas una nueva máscara.
Necesitas el coraje de quitarte la que llevas.

Has pronunciado el juramento.
El primer paso ha sido dado.

La Senda continúa en El Umbral.

Scroll al inicio